sábado, 11 de febrero de 2012

UNIDAD III: ENSAYO DE ETICA ,CRISTIANISMO Y SOCIEDAD





REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO
DR. LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA













ETICA, CRISTIANISMO Y SOCIEDAD








Profesor: asesor Jorge José Pérez Valera jorgeupelipb44@hotmail.com

Curso: Ética y docencia  

Bachiller:

González Marbelis CI: 20767318 marbella-18@hotmail.com
Sección: 4GH01








                                                                             Barquisimeto; febrero de 2012

Propósito:

 La Ética nos lleva a entender mejor las complejas situaciones que hoy enfrentamos, nos ayuda a descifrar lo que subyace tras nuestras decisiones  a descubrir, aclarar, afirmar, cambiar, reformar o trasformar valores y fines que motiva nuestra conducta.
La ética  se nos manifiesta en el cristianismo y visiblemente se integra a la sociedad.

   Los cristianos  aunque pueden hacerlo, no tienen un tratado sistemático de ética o de moral que emane de Jesús mismo. Pero, aunque la ética de Jesús no sea un tratado sistemático, sí se puede recopilar y, mucho más seguirla de manera práctica. Todo se debe a que la ética cristiana se da de una forma vital y en una persona: Jesús mismo. siguiendo datos biográficos y ejemplos prácticos. Así, la ética cristiana se debe basar en la práctica vital diaria de Jesús.
  Un problema que nos encontramos, es que, muchos de los cristianos están más fijos y preocupados en el Jesús glorificado, resucitado y sentado a la diestra del Padre, perdiéndose, así, un poco, la figura del Jesús histórico como modelo a seguir. Es por eso que hoy debería ser importantísima la vuelta a Nazaret, al Jesús de la historia, como lectura de cabecera, a los evangelios expresivos que nos narran la vida de Jesús. Porque de esta vida vivida y dada como ejemplo, se origina toda la ética cristiana. Así, la aportación ética más profunda del cristianismo a la humanidad, no es un tratado persistente, sino una persona: Jesús.
   La ética cristiana no es una ética aprendida, sino vivida siguiendo un ejemplo, una fe que se practica concentrando toda esta práctica en torno a un lugar sagrado por excelencia: el prójimo. Y, más específicamente, el prójimo en necesidad, opresión o abandono. Es por eso que el amor a Dios y al prójimo se pone en relación de semejanza.             La significación de prójimo es fundamental en el seguimiento vital de la persona de Jesús. A través de una ética vivida y practicada siguiendo el modelo de Jesús, es como podemos llegar a hacernos prójimos, base de toda la ética que desprende la persona de Jesús. Así, la centralidad de la ética personificada y vivida por Jesús, está en la persona, que es más sagrada que el templo o que el día de reposo.
  Por tanto la ética de Jesús, no escrita, sino asumida en su propia persona y ejemplificada en su propio ejemplo, “porque ejemplo os he dado”, está por encima de las normativas hechas por las propias estructuras religiosas procurando su supervivencia, por encima de los cumplimientos que hay que hacer para salvar las instituciones, por encima de los rituales religiosos
    Integrar la ética a nuestras vidas y sociedad, no debería ser motivo de asombro o afectación, ya que debe ser algo con lo que debemos convivir diariamente, pero al parecer es un tema muy serio y algo complicado en nuestra realidad actual, ya que en ocasiones la ética solo se utiliza como un simple maquillaje en nuestras acciones cotidianas.

   Debemos de estar plenamente convencidos de que la ética se rige bajo principios universales básicos, como por ejemplo la justicia, (todos apreciamos la justicia desde el momento en que a nadie le gusta ser tratado injustamente). Por lo tanto depende de nosotros mismos, el establecer un entorno ético, con nuestra familia, amigos, y principalmente con nuestros colaboradores, para tal misión, debemos de emprender una serie de acciones y actitudes, cuyo objetivo sea el despertar las reflexiones que fomenten la cultura ética en todos y cada uno de nosotros, como por ejemplo elaborando y formando un código de valores sobre el cual vamos a proyectar nuestra vida, bajo la premisa de que no se debe de imponer dicho código, si no que éste debe de surgir bajo la visión, de que al darle vida, no solo crearemos un entorno de trabajo agradable sino podemos hacer que nuestras acciones traspasen nuestras fronteras laborales para hacerlo llegar a todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Pero definitivamente, el decidir llevar un estilo de vida con actitudes apegadas a la ética, resulta más que difícil, pues tal parece que en nuestros días, estas acciones no son muy remuneradas económicamente, al contrario, nos hacen vernos fuera de ritmo, dentro del mismo ritmo de vida que marca la sociedad actual.

  Debemos de hacer conciencia, de que requerimos con urgencia personas apegadas a la ética, esto es lo que necesitamos en nuestros días para poder salir adelante en todos los aspectos de nuestra vida, pues pienso que de esta manera podríamos mejorar nuestro nivel de vida y por ende el país del que formamos parte.

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